En el artículo anterior me detuve en la palabra “Reglas”. Al crear un universo para contar una historia, sea cual sea la temática, ya sea sobre caballeros medievales, policiales en los años 80 o invasiones alienígenas en un futuro distante, se crean ciertas condiciones para ubicar la trama y los personajes. Y dichas condiciones deben ser inamovibles e inmodificables, ya que si hiciéramos esto el poder creíble de lo que contamos pierde peso.
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Generalizando un poco la idea de las reglas para un universo, dando un ejemplo genérico más burdo, si voy a escribir una historia de ciencia ficción y espero a la resolución final para involucrar poderes mágicos, lo más probable es que obtenga el rechazo del público y algunos abucheos acompañados de lanzamientos de pororó y gaseosas.
Tal vez comprender la idea de lo que son las reglas para un universo es sencilla; no así el hecho de crear esas reglas. Pero eso es algo que comentare en la tercer y ultima parte de esta trilogía. Continuara…
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